sábado, 9 de noviembre de 2013

lo amado


 
Por el contrario, el amor nos liga a las cosas, aun cuando sea pasajeramente. Pregúntese el lector, ¿qué carácter nuevo sobreviene a una cosa cuando se vierte sobre ella la calidad de amada? ¿Qué es lo que sentimos cuando amamos a una mujer, cuando amamos la ciencia, cuando amamos la patria? Y antes que otra nota hallaremos ésta: aquello que decimos amar se nos presenta como algo imprescindible. Lo amado es, por lo pronto, lo que nos parece imprescindible. ¡Imprescindible! Es decir, que no podemos vivir sin ello, que no podemos admitir una vida donde nosotros existiéramos y lo amado no –que lo consideramos como una parte de nosotros mismos. Hay, por consiguiente, en el amor una ampliación de la individualidad que absorbe otras cosas dentro de ésta, que las funde con nosotros. Tal ligamen y compenetración nos hace internarnos profundamente en las propiedades de lo amado. Lo vemos entero, se nos revela en todo su valor. Entonces advertimos que lo amado es, a su vez, parte de otra cosa, que necesita de ella, que está ligado a ella. Imprescindible para lo amado, se hace también imprescindible para nosotros. De este modo va ligando el amor cosa a cosa y todo a nosotros, en firme estructura esencial…
 
Yo desconfío del amor de un hombre a su amigo o a su bandera cuando no lo veo esforzarse en comprender al enemigo o a la bandera hostil...
 
     Meditaciones del Quijote, Ortega y Gasset

domingo, 3 de noviembre de 2013

El revés y el derecho de la Historia


Gabriel Albiac (En el ABC cultural del sábado 2 de Noviembre de 2013)
¿Qué queda en la memoria cuando el tiempo pasa? Nada. Peor que nada: relatos. Peor que relatos: iconos. Los mitos y leyendas no son espejo del mundo del cual dicen hablar; son un mundo superpuesto al mundo, para eximirnos del esfuerzo de entenderlo. Si funcionan bien, logran trocarlo en invisible. Y es que el hombre es un peculiar constructor de ídolos, curioso animal que ve, no con los ojos, sino con la lengua, con la red de ensoñaciones que componen las palabras. Cualquier anécdota nos es materia prima para artesanar leyendas que se quieren siempre pletóricas de sentido: el dato más trivial, como el hecho más dramático, todo sirve para fingir finalidades a un mundo cuya peculiaridad más latosa es carecer de ellas.
En la solemnidad de los aniversarios, la tentación sacralizadora acecha siempre a estos animales reverentes que somos: animales cuyo lenguaje anuda iconos. Y una fría certeza debiera precavernos contra nuestros perseverantes entusiasmos; esas imágenes no dan cuenta de lo real. Dan cuenta de otra cosa, que amamos confundir con lo real; nuestras temerosas fantasías, nuestros esperanzados deseos, nuestro nunca confeso desaliento…

Óscar Murillo

El día 27 de Septiembre de 2013 en el diario El pais
Hasta hace un par de meses muy poca gente había oído hablar de Óscar Murillo. Era uno más de los miles de artistas jóvenes (tiene 28 años) que intentan abrirse camino profesional en Londres. Oriundo de La Paila, en el Valle del Cauca (Colombia), había llegado con diez años a la capital inglesa donde sus padres, y él mismo, trabajaban en servicios de limpieza. Apasionado por el arte, se graduó, sin destacar especialmente, en el Royal College of Art, una de las principales fábricas de artistas del país, en cuyos pupitres se han sentado David Hockney, Dinos Chapman o Frank Auerbach.

domingo, 20 de octubre de 2013

clave oculta


En Like you know it all, un director de cine, invitado a participar como jurado en el festival de una pequeña ciudad coreana, se encuentra allí con un viejo amigo, a la sazón director frustrado. Al día siguiente, la amistad se habrá roto ante la ¿evidencia o apariencia? De una ¿violación de, o aventura con? La mujer del susodicho. Las elipsis nos obligan a reordenar todos los datos de una secuencia que, para más inri, incluye un sueño imposible de distinguir de la vigilia. Pero lo más llamativo es que el propio personaje, a pesar de ser partícipe de lo sucedido, sabe tanto como nosotros, es decir, muy poco. Cierto motivo recurrente nos puede dar una pista: en dos ocasiones, el cineasta aparece dormido en las sesiones del festival a las que asiste. ¿Por qué no ver en el chiste una ladina “clave oculta” del film, y quizás de todo el cine de Hong? Pensemos que la película ante la cual el personaje parece haberse quedado dormido es más bien esta misma que protagoniza. Extraviado en las elipsis, como un espectador despistado o perezoso, no la puede comprender porque no la ha visto entera…

             Luis Miranda, cronocomedias (Especial Hong Sangsoo)

sábado, 12 de octubre de 2013

el aro mora de la calva reluciente


Y ahí estaba… por fin, a sólo unos centímetros de su nariz ese bebé en pañales rezumando a detergente. Ese músculo tan deseado de Carlos durmiendo tan inocente, estremecido a ratos por el amasijo delicado de su miembro yerto. En su cabeza de loca dudosa no cabía la culpa, éste era un oficio de amor que alivianaba a esa momia de sus vendas. Con infinita dulzura deslizó la mano entre el estómago y el elástico del slip, hasta tomar como una porcelana el cuerpo tibio de ese nene en reposo. Apenas lo acunó en su palma y lo extrajo a la luz tenue de la pieza, desenrollando en toda su extensión la crecida guagua-boa, que al salir de la bolsa, se soltó como un látigo. Tal longitud excedía con crecer lo imaginado, a pesar de lo lánguido, el guarapo exhibía la robustez de un trofeo de guerra, un grueso dedo sin uña que pedía a gritos una boca que anillara su amoratado glande. Y la loca así lo hizo, sacándose la placa de dientes, se mojó los labios con saliva para resbalar sin trabas ese péndulo que campaneó en sus encías huecas. En la concavidad húmeda lo sintió chapotear, moverse, despertar, corcoveando agradecido de ese franeleo lingual. Es un trabajo de amor, reflexionaba al escuchar la respiración agitada de carlos en la inconsciencia etílica. No podría ser otra cosa, pensó al sentir en el paladar el pálpito de ese animalito recobrando la vida. Con la finura de una geisha, lo empuñó extrayéndolo de su boca, lo miró erguirse frente a su cara, y con la lengua afilada en una fecha, dibujó con un cosquilleo baboso el aro mora de la calva reluciente. Es un arte de amor, se repetía incansable, oliendo los vapores de macho etrusco que exhalaba ese hongo lunar. Las mujeres no saben de esto, supuso, ellas sólo lo chupan, en cambio las locas elaboran un bordado cantante en la sinfonía de su mamar. Las mujeres succionan nada más, en tanto la boca-loca primero aureola de vaho el ajuar del gesto. La loca sólo degusta y luego trina su catadura lírica por el micrófono carnal que expande su radiofónica libación. Es como cantar, concluyó, interpretarle a Carlos un himno de amor directo al corazón. Pero nunca lo sabrá, le confidenció con tristeza al muñeco que tenía en su mano, y la miraba tiernamente con su ojo de cíclope tuerto. Carlos, tan borracho y dormido, nunca se va a enterar de su mejor regalo de cumpleaños, le dijo al títere moreno besando con terciopela suavidad el pequeño agujero de su boquita japonesa. Y en respuesta, el mono solidario le brindó una gran lágrima de vidrio para lubricar el canto reseco de su incomprendida soledad.

Ansiedad de tenerte en mis brazos,

Musitando palabras de amor.

Ansiedad de tener tus encantos

Y en la boca volverte a besar.

 

            Pg. 99-100 “Tengo miedo torero”, Pedro Lemebel
 

jueves, 10 de octubre de 2013

a vitrinear


Pocas veces salía a la calle, a vitrinear como decían sus amigas que vivían al otro extremo de la ciudad. La Lupe, la Fabiola y la Rana, sus únicas hermanas colas que arrendaban un caserón por Recoleta, cerca del Cementerio General, en ese barrio polvoriento lleno de conventillos, pasajes y esquinas con botillerías donde hacían nata los hombres, los jóvenes pobladores que pasaban todo el día borrachos avinagrándose al sol. Así de ebrios, y sin un peso, era ácil para sus amigas arrastrarlos hasta el caserón, y luego adentro, rebalsarlos de vino tinto y terminar las tres a poto pelado compartiendo las caricias babosas del caliente hombrón. No sabes lo que te pierdes, linda, por no venir más seguido, le enrostraba la Lupe, la más joven del trío, una negra treintona y chicha fresca, la única a la que todavía le daba por hacer show y vestirse como la Carmen Miranda con una minifalda de plátanos que zangoloteaba en la cara de los rotos curados para despertarlos. La Lupe hacía de anzuelo, levantaba hombres tirados en la verea, hombres vagabundos expulsados de su hogar, hombre cesantes que vagaban en la noche ocultándose de las patrullas, hombres del Sur que llegaban a la capital con lo puesto, y después de caminar semanas enteras buscando pega y durmiendo en las plazas, se encontraban con la Lupe, y sin pensarlo, se encaminaban con ella por Recoleta hasta la casa donde aguardaban tejiendo la Fabiola y la Rana, las dos viejas colizas jubiladas del patín…
 
                Pg. 72-73, Tengo miedo torero. Pedro Lemebel
 
 

miércoles, 9 de octubre de 2013

el espectador medio

… El espectador medio es, por así decirlo, la coartada tras la que se ocultan la falta de talento o, con más frecuencia la carencia de escrúpulos. En su nombre se perpetran las más incalificables agresiones a su propia libertad, escudándose, la mayoría de las veces, en un paternalismo de la peor ley…
                Pg. 49 El cine, arte e industria. Salvat editores 1973
Marco Ferreri sur le tournage de Rêve de singe (1978)

domingo, 6 de octubre de 2013

lunes, 30 de septiembre de 2013

Eimbcke

El mexicano Eimbcke gana en San Sebastián como “Mejor Director” (animal político.com)
 
Días antes, al presentar la película, aseguró que Club Sandwich ya no fue una película tan de adolescentes, porque siguió al personaje de la madre, “aunque veo a la madre como una adolescente, es una historia de maduración, con alguien de más de 30 años”.
Reconoció que le costó trabajar con personajes adultos y recordó que en anteriores trabajos, Temporada de patos y Lake Tahoe, apenas salen personajes adultos y se ha centrado en “un universo tipo Charly Brown”, donde los personajes adultos nunca se ven.
Admitió que en sus películas ha habido una especie de complejo de “Peter Pan”, y ahora “trato de entender más a los adultos, entenderme más a mí, porque soy parte de esa historia, tengo hijos, tengo miedo y esas preocupaciones”.
 

jueves, 26 de septiembre de 2013

disgresión

James Salter (El País)
 
P. Su tratamiento del erotismo es muy sutil. El lector sabe lo que sucede, pero no está en la página. Es casi como si usted no lo escribiera.
R. Obviamente es cuestión de control y conocimiento, el método es la digresión si quiere hablar en términos técnicos, saber cuándo es preciso parar, y por supuesto dar con el lenguaje adecuado, controlando el poder evocativo de cada palabra. Lo que hago es genuino pero no tiene nada de mágico. En Juego y distracción soy muy directo, porque en aquel libro me ocupo de una pasión de juventud. Hubiera sido erróneo omitir los aspectos físicos, que resultan esenciales para el significado del libro. Evité ser evasivo o poético, hubiera sido un error

martes, 24 de septiembre de 2013

Report for Murder: The First Lindsay Gordon Mystery.

 
el éxito le llegaría en 1987 con su novela de misterio Report for Murder: The First Lindsay Gordon Mystery. Es precisamente Lindsay Gordon, una periodista lesbiana (tal vez inspirada en la propia McDermid), uno de sus personajes más importantes. (lecturalia.com)


domingo, 22 de septiembre de 2013

Álvaro Mutis

Murió Álvaro Mutis (La Jornada en línea)

Jo Nesbo

 
En la Razón del viernes 20 de Septiembre de 2013
La entrevista - Jo Nesbo (Publica El muñeco de nieve)/ Escritor     Soy una marca registrada
C. David Carrón
 … Ya es sorprendente que un literato pida hacer una entrevista en un gimnasio, pero más aún que se ponga a pedalear sin pudor al tiempo que otras dos usuarias del hotel (de lujo) corren en la cinta de al lado junto a su preparador físico. Ni las preguntas eran audibles para el entrevistado, ni las respuestas para quien las debía escuchar, con lo que es necesario acercar más la grabadora y el cuerpo de quien la sostiene. Poco después de acostumbrarse a la proximidad con un extraño en tales circunstancias, no solo el escritor empieza a ahogarse en jadeos, sino que su frente empieza a expulsar gotas de sudor, que, primero, humedecen la pantalla y luego la mano del que la acerca a su boca. Jo Nesbo, que ha ha pasado los 50 mantiene un físico envidiable…
El País, miércoles, 13 de octubre de 2010, por Jacinto Antón:El País
 
Su creador, el novelista Jo Nesbo (Oslo, 1959), entra el día siguiente por la mañana en el bonito bar restaurante Bolgen & Moi, en el barrio bastante pijo de Briskeby. Luce vaqueros y una sudadera azul con capucha. Los clientes giran la cabeza a su paso para observarlo. Es popular: ya se le conocía como cantante y compositor de la banda Di Derr i, pero es que a su fama de pop star se le ha sumado la de novelista de gran éxito. Ha vendido cinco millones de ejemplares de los ocho títulos de la serie de Hole y se le saluda inevitablemente como el siguiente Stieg Larsson. Además, es guapo y uno no puede dejar de musitar envidioso mientras el autor toma asiento, "¡Jo, Nesbo!".

sábado, 21 de septiembre de 2013

Barbara


 
Título original: Barbara
Año: 2012
Duración: 100 min.
País: Alemania
Director: Christian Petzold
Guión: Christian Petzold
Música: Stefan Will
Fotografía: Hans Fromm
Reparto: Nina Hoss, Ronald Zehrfeld, Rainer Bock, Jasna Fritzi Bauer, Christina Hecke, Claudia Geisler, Peter Weiss, Carolin Haupt, Deniz Petzold


Alemania Oriental, verano de 1978. Barbara es una doctora que estuvo presa en Berlín Occidental. Cuando sale en libertad, la mandan al hospital de un pueblo de la RDA. Al principio, su estancia allí es una tortura, pues se ve sometida a constantes inspecciones, pero pronto acaba adaptándose gracias a la ayuda del jefe del hospital. Los casos más urgentes que se le presentan son el de una embarazada procedente de un campo de prisioneros y el de un chico que intentó suicidarse.

 
 

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Un étranger

Un étranger

Produce cierta melancolía,
una tristeza decadente -literaria sin duda-
como algunas canciones de entreguerras
o páginas perdidas de Drieu La Rochelle,
ver a un hombre solo, apartado y distante,
en la barra de un bar con decorado internacional.
En esa imprecisa edad, tan imprecisa como la luz del ambiente,
en que ya no es joven ni viejo todavía
pero lleva en sus ojos marcada su derrota
cuando con estudiado gesto enciende un cigarrillo.
Las muchas canas y las muchas camas,
un indudable estómago que la camisa inglesa apenas disimula,
el temblor, no demasiado visible, de su mano en un vaso,
son parte del naufragio, resaca de la vida.
Un hombre que espera ¿quién sabe qué?
y aspirando el humo, mira con declarada indiferencia
las botellas enfrente, los rostros que un espejo refleja,
todo con la especial irrealidad de una fotografía.
y es aún, algo más triste, un hondo suspiro reprimido,
ver al fondo del vaso -caleidoscopio mágico-
que ese hombre eres tú irremediablemente.
No queda entonces sino una sonrisa: escéptica y lejana,
-aprendida muy pronto y útil años después-
de un largo trago acabar la bebida,
pagar la cuenta mientras pides un taxi
y decirte adiós con palabras banales.

"Antes que llegue la noche" 1985
 
 
 

domingo, 15 de septiembre de 2013

que yo digiera como un buitre

-          Es que tú no tienes vergüenza, Nina; quiero decir, decoro; quiero decir, dignidad.
-          Yo no sé si tengo eso; pero tengo boca y estómago natural, y sé también que Dios me ha puesto en el mundo para que viva, y no para que me deje morir de hambre. Los gorriones, un suponer, ¿tienen vergüenza? ¡Quiá!... lo que tienen es pico… Y mirando las cosas como deben mirarse, yo digo que Dios, no tan sólo ha criado la tierra y el mar, sino que son obra suya mismamente las tiendas de ultramarinos, el Banco de España, las casas donde vivimos y, pongo por caso, los puestos de verdura… Todo es de Dios.
-          Y la moneda, la indecente moneda, ¿de quién es? – preguntó con lastimero acento la señora-. Contéstame.
-          Lo que yo digo, Nina, es que las cosas son del que las tiene… y las tiene todo el mundo menos nosotras… ¡Ea! Date prisa, que siento debilidad. ¿En dónde me pusiste las medicinas?... Ya; están sobre la cómoda. Tomaré una papeleta de salicilato antes de comer… ¡Ay, qué trabajo me dan estas piernas! En vez de llevarme ellas a mí, tengo yo que tirar de ellas. (Levantándose con gran esfuerzo.) Mejor andaría yo con muletas. ¿Pero has visto lo que hace Dios conmigo? ¡Si esto parece burla! Me ha enfermado de la vista, de las piernas, de la cabeza, de los riñones, de todo menos del estómago. Olvidándome de recursos, dispone que yo digiera como un buitre.
-          Lo mismo hace conmigo. Pero yo no lo llevo a mal, señora. ¡Bendito sea el Señor, que nos da el bien más grande de nuestros cuerpos: el hambre santísima!”
                           Misericordia, Galdós
 

miércoles, 4 de septiembre de 2013

instrumento de holganza


En artículo de la Gaceta de los Caminos de Hierro de 1858 se decía sobre la tendencia a la especulación del capital español:
Aquí el capital es sinónimo de ahorro inmobiliario, destinado exclusivamente a producir una rente, que proporciona la opulencia o sirve de garantía contra la miseria… En España el capital es instrumento de holganza; en otras partes es instrumento de trabajo. Ésta es la misión que debe cumplir, si se quiere que un país llegue al más alto grado de prosperidad.
                A propósito de Fortunata y Jacinta, “El mundo novelístico de Pérez Galdos”, Francisco Caudet

domingo, 25 de agosto de 2013

Euforismos, hermanos de dedo


CUÁNTO desearía inventar un género nuevo de euforismos, breves fragmentos, píldoras escritas que, leídas, levantaran el ánimo de las gentes disipando en ellas, y en mí, los desalientos.
                Miseria y compañía, Andrés Trapiello

 

Y al lado Z, el vivo retrato de un personaje cervantino. Podría haber posado para el retrato de Cervantes, barba entrecana, cabeza despejada, frente reluciente coronada, en el centro, con un copete o cogollo, sobre las profundas ensenadas de las sienes. Y hablando de esto y de lo otro, supimos que el director del Museo y yo habíamos compartido el mismo urólogo, que en paz descanse, que él y yo éramos, como si dijéramos, hermanos de dedo.
                 Miseria y compañía, Andrés Trapiello

lunes, 29 de julio de 2013

el tercer whisky

-¿Quién es Bryce Echenique?- preguntó mi mamá, mientras se servía el tercer whisky-. A Ribeyro se le conoce, pero…
-A Martín tampoco se le conoce –le interrumpió Inés-; todos los autores empiezan por ser inéditos.
-Y algunos terminan, también –me atreví a decir, sin encontrar eco alguno para mi preocupado humor…
                               Pg. 251 “La vida exagerada de Martín Romaña” Bryce Echenique

viernes, 26 de julio de 2013

punto de partida del cuaderno de navegación en un sillón Voltaire

SOBRE HÉROES Y ANTI-HÉROES: MAYO DEL 68 EN MI SILLÓN VOLTAIRE
A título de información general, y a riesgo de que se me tome por el más grande de los repetidores de palabras, voy a decir lo que tantas veces se ha dicho y escrito en Francia sobre Mayo del 68. Es decir, que nunca se han dicho y escrito tantas cosas sobre un acontecimiento social como las que se han dicho y escrito en Francia sobre Mayo del 68. Y esto es lo mejor que se ha dicho y escrito sobre mayo del 68. Se mataron constatando, desde sociólogos hasta moralistas, para beneplácito de la industria editorial, que también tradujo libros con elaboraciones previas y hasta definiciones anticipatorias elaboradas por visionarios de otros países, para breve, balbuceante, y por qué no, profunda ilusión de una juventud, no toda, tampoco, no se lo vayan a creer, que habiendo abandonado en la medida de lo posible el caducado hogar, sólo retornaba muy de vez en cuando a él, y más que nada para atacar la agresiva refrigeradora de la abundancia. Pero el pájaro azul había muerto de aburrimiento glacial.
                “La vida exagerada de Martín Romaña”
 
                ENORMES DESEOS DE VIVIR
… Un hombre así no puede abrumarse cuando alguien le dice que es una especie de gatopardo sudamericano atrapado entre las garras de todas las porteras y viejas brujas de París.
                La vida exagerada de Martín Romaña”
 

martes, 16 de julio de 2013

Castiga a los glotones y bebedores, que con los desórdenes suyos aceleran la enfermedad y la vejez

De la wikipedia:
La primera impresión de sus poemas tuvo lugar en 1605, en la antología conocida con el nombre de Primera parte de las flores de poetas ilustres de España. De forma póstuma, la mayor parte de sus poemas aparecieron publicados en dos obras: El Parnaso español (1648) y Las Tres Musas Últimas Castellanas (1670).

 

Que los años por ti vuelen tan leves,

Pides a Dios; que el rostro sus pisadas

No sienta, y que a las greñas bien peinadas

No pase corva la vejez sus nieves.

 

Esto le pides, y borracho bebes

Las vendimias en tazas coronadas;

Y para el vientre tuyo las manadas

Que Apulia pasta son bocados breves.

 

A Dios le pides lo que tú te quitas;

La Enfermedad y la Vejez te tragas,

Y estar de ellas exento solicitas.

 

Pero en rugosa piel la deuda pagas

De las embriagueces que vomitas,

Y en la salud, que comilón estragas.
 
 

domingo, 14 de julio de 2013

el tiempo

Hace unos años mi padre taló un nogal por donde el tronco pierde su nombre. El árbol había crecido demasiado en tan poco tiempo y amenazaba el tejado. Con el tronco hizo sus cábalas e incluso pensó en venderlo pues es bien sabido de lo afamada y cotizada que es su madera. Finalmente clavó en lo alto del tronco muerto una farola de luz solar pequeña y absurda, una de esas que venden en los supermercados junto a un sin número de complementos, mesas y sillas para el jardín.
Hoy, cuando iba a plantar una enredadera para adornar ese jardín se dio cuenta de que el tronco estaba podrido en su base y que un borracho podría apoyarse en él y partirse la crisma fácilmente cayendo al suelo. Un borracho o un niño. El tiempo ha hecho de motosierra, ha impuesto su fuerza una vez más y yo, desde el otro lado, he sido testigo de la sutileza con la que siempre vence y convence.
 

miércoles, 10 de julio de 2013

vendré a ofrecerle masajes eléctricos...

… Parecía que de él llovieran granos de  color lila, y al acercarlo al pañuelo de la carnicera, el chisporroteo se multiplicó, entonces, por medio del aparato, mi padre acarició el hombro de la carnicera y el tío dijo silbando voluptuosamente: “Eso me lo tendrás que dejar para ir a ver a las señoritas, se van a quedar de piedra, van a mear aceite…”. Y mi padre prosiguió, como un hipnotizador, pasando su mano con la nube lila sobre el pecho de la carnicera, encima de su corazón, y sus pechos se inflaban de placer, de admiración. “Cada sábado”, le dijo mi padre al oído, “vendré a ofrecerle masajes eléctricos si deja de beber, cada sábado…”, y la carnicera se levantó, estiró del pañuelo que le envolvía la cabeza, y una larguísima melena pelirroja se derramó, llegó casi al suelo, y Francin, al ver ese cuerno de la abundancia de cabello, empezó a temblar… Entonces le pidió a la carnicera que le aguantase su aparato, él cogió el amplísimo delantal de carnicero, envolvió en él a la carnicera que, además, ahora estaba vestida de su melena, y mi padre cogió aquel pelo y lo derramó alrededor del cuerpo de ella, parecía un albornoz confeccionado de pelo… y mi padre la sentó, tomó un peine de neón y lo pasó por su larguísimo cabello, pasado de moda, y la carnicera dejó caer la cabeza atrás y cerró sus ojos y solo se oían las chispas y la lluvia amorosa del peine en su pelo…
                 Pg. 94, La pequeña ciudad donde se detuvo el tiempo, Bohumil Hrabal
 

martes, 9 de julio de 2013

Experimento con un pájaro en una bomba de aire

Experimento con un pájaro en una bomba de aire (en su idioma original, An Experiment on a Bird in the Air Pump) es un óleo sobre lienzo de 1768 realizado por el inglés Joseph Wright de Derby, el cual forma parte de una serie de escenas iluminadas con velas compuestas por el mismo durante los años 1760
 
File:An Experiment on a Bird in an Air Pump by Joseph Wright of Derby, 1768.jpg

domingo, 7 de julio de 2013

lo que cambia es nuestra mirada


El artista de genio no cambia la realidad, lo que cambia es nuestra mirada. La realidad sigue siendo la misma, pero la vemos a través de su obra, es decir, de un lente distinto. Este lente nos permite acceder a grados de complejidad, de sentido, de sutileza o de esplendor que estaban allí, en la realidad, pero que nosotros no habíamos visto.
                 Prosas apátridas, Julio Ramón Ribeyro

miércoles, 29 de mayo de 2013

¿Qué cosa es lo que persigo?


¿Qué cosa es lo que persigo, qué cosa es lo que espero? A la postre, todo me resulta igual, regresar o no regresar al Perú, llegar a ser o no un gran escritor, casarme o permanecer soltero. Soy incapaz de tomar una decisión porque me es imposible establecer una jerarquía entre mis deseos. Me gusta improvisar tanto mis ideas como mis sentimientos y mis aspiraciones. Hoy, por ejemplo había resuelto quedarme en casa, embriagado de soledad, con un furor enfermizo por el trabajo. De pronto he cambiado de opinión: salir, comer, beber litros de cerveza, llegar borracho donde un amigo que tal vez me encuentre original y no me comprenda… ¿Por qué estos cambios repentino?...
                7 de Diciembre de 1955, La tentación del fracaso. Julio Ramón Ribeyro

domingo, 26 de mayo de 2013

experiencia dramática

 
Quiero saber, en primer lugar, si para Félix el trance de dejar el terruño fue en ese momento, cuando emigró efectivamente, dramático, o si es dramático ahora, cuando recuerda haberse ido. Rose opina que habría una diferencia esencial: si se tratara de la primera opción, la escenificación de la experiencia dramática sería bastante factible, aunque con los desafíos propios de toda representación escénica; se trataría de una experiencia dramática dolorosa, como tantas o todas, asociada con una cronología precisa, aun cuando fuera desordenada, elemento esencial para cualquier representación practicable. Si se tratara en cambio de la segunda opción no sería tan sencillo, porque si en el momento concreto de traducirse en acción el trance no resultó dramático ni dejó ese recuerdo, sino que posteriormente fue adquiriendo dramatismo, por cualquier motivo que haya ocurrido de ese modo, por ejemplo arrepentimiento crónico o alguna amarga desolación, la carga del trance se encuentra repartida en la estela de situaciones que provocó, sin haber sido originalmente dramático. Y esa estela estará previsiblemente poblada de escenas dramáticas, o microescenas dramáticas, carentes sin embargo de pertinencia escénica.
 
                Pg. 161 La experiencia dramática, Sergio Chejfec

sábado, 18 de mayo de 2013

un gran don


 
De la entrevista a Fray Carballo, ministro de los franciscanos, publicada el 18 de Mayo de 2013 en el ABC, por Enrique Beotas:
 
¿Y el celibato?
-Un gran don que ni es dado a todos, ni todos lo pueden entender. Quienes hemos recibido ese don y esa gracia, estamos felices de servir al Señor con corazón íntegro, a pesar de nuestras debilidades y flaquezas. Precisamente por ello somos conscientes de que es un tesoro que llevamos en vasijas de barro.
-¿La castidad es más que abstinencia?
-La castidad comporta abstinencia, pero es, sobre todo, entrega sin reservas, amor gratuito, disponibilidad total e incondicional. Es corazón indiviso.
 
En la contraportada de ese mismo periódico y día:
 
Sharapova impone en su contrato una cláusula de castidad a su entrenador…
La tenista rusa contrató al alemán Dieter Kindlmann como compañero de entrenamiento durante tres meses y le impuso una curiosa renuncia, sobre la que existen dos interpretaciones. Algunos entienden que el contrato le prohibía practica el sexo con Sharapova… La otra versión, más radical, sostiene que la cláusula en cuestión le imponía a Kindlmann castidad absoluta a lo largo de ese trimestre, para que no se distrajese con cuestiones ajenas al tenis…
 
 

domingo, 5 de mayo de 2013

Escribir es intentar saber qué escribiríamos si escribiésemos


Antes de escribir no sabemos nada de lo que vamos a escribir. Y con total lucidez. Es lo desconocido de sí, de su cabeza, de su cuerpo. Escribir no es ni siquiera una reflexión, es una especie de facultad que se posee junto a su persona, paralelamente a ella, de otra persona que aparece y avanza, invisible, dotada de pensamiento, de cólera, y que a veces, por propio quehacer, está en peligro de perder la vida. Si se supiera algo de lo que se va a escribir, antes de hacerlo, antes de escribir, nunca se escribiría. No valdría la pena. Escribir es intentar saber qué escribiríamos si escribiésemos – sólo lo sabemos después- antes, es la cuestión más peligrosa que podemos plantearnos. La escritura: la escritura llega como el viento, está desnuda, es la tinta, es lo escrito, y pasa como nada pasa en la vida, nada, excepto eso, la vida."
               Margarite Duras
 
De:
Seguramente no os sonará el nombre de Amanda McKittrick Ros, una autora que vivió entre 1860 y 1939, pero en ciertos círculos esta señora se convirtió en una leyenda. De ella hablaban J. R. R. Tolkien, Aldous Huxley y Mark Twain. De hecho, el grupo literario de Oxford conocido como The Inklings (Tolkien, C. S. Lewis y compañía) solía convocar concursos de lectura, donde ganaba aquel que pudiera leer en voz alta obras de McKittrick Ros durante más tiempo sin desternillarse de risa. Del mismo modo, se puso de moda en los salones de Londres de la época celebrar fiestas dedicadas a los libros de la irlandesa McKittrick, donde los participantes se disfrazaban de sus personajes e intentaban hablar como estos (algo, por otra parte, imposible).
 
 

sábado, 4 de mayo de 2013

filtros de amor



-Ábrelo- me ordenó-; conocerás los secretos de Pantasilea.
Hice girar su puerta y en el primer momento no comprendí de qué se trataba, pues lo que contenía, en lugar de fulgir, era opaco y despedía apenas una claridad de marfiles. Luego retrocedí, ahogando un gemido., En los estantes se exhibía una exposición macabra: cráneos, huesos, trazas de piel humana, sórdidos andrajos arrebatados tal vez de las tumbas, frascos rebosantes de dudosos líquidos. El esqueleto de un sapo, colgado de una hebra, se balanceó suavemente. Recordé que le había oído contar a Nencia que algunas cortesanas recibían de las hechiceras esos despojos horribles, con los cuales fabricaban sus filtros de amor…
                 Bomarzo, Mujica Lainez


Ruggiero rescatando a Angelica, por Jean Auguste Dominique Ingres (1819).