CUÁNTO desearía inventar un género nuevo de euforismos,
breves fragmentos, píldoras escritas que, leídas, levantaran el ánimo de las
gentes disipando en ellas, y en mí, los desalientos.
Miseria
y compañía, Andrés Trapiello
Y al lado Z, el vivo retrato de un personaje cervantino.
Podría haber posado para el retrato de Cervantes, barba entrecana, cabeza
despejada, frente reluciente coronada, en el centro, con un copete o cogollo,
sobre las profundas ensenadas de las sienes. Y hablando de esto y de lo otro,
supimos que el director del Museo y yo habíamos compartido el mismo urólogo,
que en paz descanse, que él y yo éramos, como si dijéramos, hermanos de dedo.
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