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Like you know it all, un director de cine, invitado a participar como jurado en
el festival de una pequeña ciudad coreana, se encuentra allí con un viejo
amigo, a la sazón director frustrado. Al día siguiente, la amistad se habrá
roto ante la ¿evidencia o apariencia? De una ¿violación de, o aventura con? La mujer
del susodicho. Las elipsis nos obligan a reordenar todos los datos de una secuencia
que, para más inri, incluye un sueño imposible de distinguir de la vigilia.
Pero lo más llamativo es que el propio personaje, a pesar de ser partícipe de
lo sucedido, sabe tanto como nosotros, es decir, muy poco. Cierto motivo
recurrente nos puede dar una pista: en dos ocasiones, el cineasta aparece
dormido en las sesiones del festival a las que asiste. ¿Por qué no ver en el chiste
una ladina “clave oculta” del film, y quizás de todo el cine de Hong? Pensemos
que la película ante la cual el personaje parece haberse quedado dormido es más
bien esta misma que protagoniza. Extraviado en las elipsis, como un espectador
despistado o perezoso, no la puede comprender porque no la ha visto entera…
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