domingo, 3 de noviembre de 2013

El revés y el derecho de la Historia


Gabriel Albiac (En el ABC cultural del sábado 2 de Noviembre de 2013)
¿Qué queda en la memoria cuando el tiempo pasa? Nada. Peor que nada: relatos. Peor que relatos: iconos. Los mitos y leyendas no son espejo del mundo del cual dicen hablar; son un mundo superpuesto al mundo, para eximirnos del esfuerzo de entenderlo. Si funcionan bien, logran trocarlo en invisible. Y es que el hombre es un peculiar constructor de ídolos, curioso animal que ve, no con los ojos, sino con la lengua, con la red de ensoñaciones que componen las palabras. Cualquier anécdota nos es materia prima para artesanar leyendas que se quieren siempre pletóricas de sentido: el dato más trivial, como el hecho más dramático, todo sirve para fingir finalidades a un mundo cuya peculiaridad más latosa es carecer de ellas.
En la solemnidad de los aniversarios, la tentación sacralizadora acecha siempre a estos animales reverentes que somos: animales cuyo lenguaje anuda iconos. Y una fría certeza debiera precavernos contra nuestros perseverantes entusiasmos; esas imágenes no dan cuenta de lo real. Dan cuenta de otra cosa, que amamos confundir con lo real; nuestras temerosas fantasías, nuestros esperanzados deseos, nuestro nunca confeso desaliento…

No hay comentarios:

Publicar un comentario