Me repito, no quiero montar
muebles y hago amagos continuamente. Los padres si no se han derrumbado lo
hacen y harán paulatinamente. No es un buen momento para enviar manuscritos. No
es un buen momento para casi nada y sin embargo, la gente tiene hijos. María
Blanchard era jorobada y, según cuentan, tuvo que irse a París para poder ser
ella y evitar a los otros. El premio Herralde. Una mujer que el divorcio le
pilla a contrapié, con un chalet de 300 metros. Alguien así, con esos metros
cuadrados en estos tiempos, no debería dar mucha pena.
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