¿Qué cosa es lo que persigo, qué cosa es lo que espero? A la
postre, todo me resulta igual, regresar o no regresar al Perú, llegar a ser o
no un gran escritor, casarme o permanecer soltero. Soy incapaz de tomar una
decisión porque me es imposible establecer una jerarquía entre mis deseos. Me
gusta improvisar tanto mis ideas como mis sentimientos y mis aspiraciones. Hoy,
por ejemplo había resuelto quedarme en casa, embriagado de soledad, con un
furor enfermizo por el trabajo. De pronto he cambiado de opinión: salir, comer,
beber litros de cerveza, llegar borracho donde un amigo que tal vez me
encuentre original y no me comprenda… ¿Por qué estos cambios repentino?...
7 de
Diciembre de 1955, La tentación del fracaso. Julio Ramón Ribeyro