Quiero saber, en primer lugar, si para Félix el trance de
dejar el terruño fue en ese momento, cuando emigró efectivamente, dramático, o
si es dramático ahora, cuando recuerda haberse ido. Rose opina que habría una
diferencia esencial: si se tratara de la primera opción, la escenificación de
la experiencia dramática sería bastante factible, aunque con los desafíos
propios de toda representación escénica; se trataría de una experiencia
dramática dolorosa, como tantas o todas, asociada con una cronología precisa,
aun cuando fuera desordenada, elemento esencial para cualquier representación
practicable. Si se tratara en cambio de la segunda opción no sería tan
sencillo, porque si en el momento concreto de traducirse en acción el trance no
resultó dramático ni dejó ese recuerdo, sino que posteriormente fue adquiriendo
dramatismo, por cualquier motivo que haya ocurrido de ese modo, por ejemplo
arrepentimiento crónico o alguna amarga desolación, la carga del trance se
encuentra repartida en la estela de situaciones que provocó, sin haber sido
originalmente dramático. Y esa estela estará previsiblemente poblada de escenas
dramáticas, o microescenas dramáticas, carentes sin embargo de pertinencia
escénica.
Pg. 161
La experiencia dramática, Sergio Chejfec
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