martes, 25 de septiembre de 2012

dinero, diseño...


El poder del dinero resulta muy difícil de controlar. El hombre siempre ha sido un animal venal. El crecimiento de las poblaciones , el elevado coste de las guerras, la presión incesante de una fiscalidad asfixiante, todas estas cosas lo hacen cada vez más venal. El hombre corriente está cansado y asustado, y un hombre cansado no puede permitirse tener ideales. Tiene que alimentar a su familia. En nuestro tiempo hemos visto un deterioro escandaloso de la moral pública y privada. No se puede esperar calidad de personas cuya vida está sujeta a la falta de calidad. Con la producción en masa, no puede existir calidad. No se la desea porque dura demasiado. Por eso se la sustituye por el diseño, que es una estafa comercial destinada a producir obsolescencia artificial. La producción masiva no puede vender sus bienes el año próximo a no ser que lo que se ha vendido este año parezca pasado de moda dentro de doce meses. Tenemos las cocinas más blancas y los cuartos de baño más resplandecientes de todo el mundo. Pero en esas adorables cocinas blancas, el ama de casa norteamericana promedio es incapaz de preparar una comida aceptable, y el adorable baño resplandeciente es sobre todo un almacén de desodorantes, laxantes, somníferos y de los productos de esa estafa a la confianza que se llama industria de productos de belleza. Hacemos los mejores embalajes del mundo, señor Marlowe. Pero lo que contienen es, básicamente, basura.
                El largo adiós, R. Chandler
 

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