Levantéle y dejé dormir a los demás hasta las once de la
noche, que despertaron; y, esperezándose, preguntó mi tío que qué hora era.
Respondió el porquero, que aún no la había desollado, que no era nada sino la siesta
y que hacía grandes buchornos.
(Desollar la zorra es dormir la mona o la borrachera)
… El aposento estaba, parte con las enjaguaduras de las
monas, parte con las aguas que habían hecho de no beberlas (entre vómitos y
orines), hecho una taberna de vinos de retorno. (vomitados y orinados)
La vida
del Buscón
Eso y comprar un tom tom para descambiarle al día siguiente,
tras la faena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario