… quejándose de la
columna y por tanto saludable, sus rodillas no van a doblarse, el cuerpo sobre
las rodillas y la cabeza sobre el cuerpo, al final no es un toro, mi hermana
Beatriz me habló de la tristeza de las cosas como si yo no lo supiese y en qué
parte de la casa nacerán las gotas de los cristales que no pertenecen a la
lluvia ni se deslizan hacia los marcos, se quedan allí sin una acusación, una
protesta, la diferencia entre nosotros hermana es que no me dejo vencer, sigo,
si siento que me rompo cojo del cajón la horquilla de las rositas y aguanto, no
me ayuda una mujer, nunca me han ayudado, las mujeres me asustan, hechas de secretos,
peticiones, lamentos que me hacen tener pena de su condición y de la mía, si
tuviese ventanas llovería horas seguidas desordenando los rosales, no estoy
siendo sincero, no me hagan caso y por lo que se refiere a la tristeza de las
nunca me he dado cuenta, lo único que me apetece es un sitio lejos donde no
sepan quién soy, veo a mis hermanos en el pasillo acercándose uno detrás del
otro…
“Qué caballos son aquellos que
hacen sombra en el mar? Lobo Antunes
Golpes de martillo. Conocer los límites. Es necesario
conocer cada uno sus límites. El miedo a volar se quita volando.
Cenas estúpidas. Gente estúpida. Relaciones estúpidas. Mundo
estúpido. Todos tienen sus estupideces.
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