sábado, 22 de diciembre de 2012

no le preocupan los obreros, sino los derrotados

… Pero la temática de Fellini es de una clase peculiar: no le preocupan los obreros, sino los derrotados. Es lo que sucede con la única película de Luchino Visconti que aspira a ser neorrealista, Rocco y sus hermanos, “proletaria” en su concepción inicial y derivada hacia el melodrama con personajes en última instancia desplazados, los hijos de la inmigración del sur al norte de Italia, que abandonan el mundo rural y en el la ciudad industrial no consiguen proletarizarse: la realidad vende a la teoría.
Marcelo Rubini (Mastroianni) es en La dolce vita lo que hoy llamaríamos un periodista de la prensa rosa. Se mueve sin rumbo por la Vía Veneto. Quiere ser novelista, pero no le deja el ánimo para una empresa de tanta constancia, ni el universo en el que vive lo entusiasma lo suficiente como para convertirlo en literatura. Termina por ser, sobre todo, en la película, un testigo callado. Que presencia cosas maravillosas y cosas espeluznantes…
 
                Mostrar y demostrar”, Horacio Vázquez-Rial
 

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