Espoleó también su cabalgadura, y cuando estuvo junto a mí
se entretuve lanzando al aire mañanero las imprecaciones celebérrimas del
Alighieri contra la ciudad que lo había desterrado.
-¡Nido de malicia-gritó-, mala selva, ciudad de avaricia y
de orgullo, ingrata, inestable, planta del Demonio!
Y levantando más la voz todavía:
-¡Zorro inmundo, loca, mujer ebria de ira, oveja sarnosa que
infecta al rebaño!
“Bomarzo”,
Manuel Mujica Lainez
No hay comentarios:
Publicar un comentario