El Pozo.
Puede cambiarse de ciudad,
mas no puede cambiarse de pozo.
Este no disminuye y no aumenta.
Ellos vienen y van y recogen del pozo.
Cuando casi se ha alcanzado el agua del
pozo, pero todavía no se llegó abajo con
la cuerda o se rompe el cántaro, eso
trae desventura.
Del Blog Vivir de buena gana, de Sánchez Ostiz:
EXCESO DE EQUIPAJE
Una idea ya muy tocada (desde el I-Ching: ideograma El
Pozo), encontrada al paso de la lectura de Ulysse from Bagdad, de Eric-Emmanuel
Schmitt: hay dos clases de viajeros (emigrantes escribe él porque de ellos
trata la novela), los que llevan demasiado equipaje consigo –“deambulan
cargados con un pasado de varias toneladas”– y piensan que desplazándose van a
solucionar los motivos que les empujan a buscar un lugar mejor, y los que
viajan ligeros de equipaje, gente adaptable, dispuesta a aceptar los cambios, a
mejorar, dice Schmitt. Estos segundos saben como aprovecharse de un paisaje y
un aire diferentes. Los primeros, en cambio, están condenados a moverse y a no
cambiar en absoluto; es inútil que se alejen porque no pueden separarse de sí
mismos...