Y sin embargo no era sólo la huerta, no eran sólo los
gallineros, no era sólo el pomar: hasta el cielo parecía descascararse como el
papel pintado de los hotelitos suburbanos, oscurecido por la humedad y por la
cola, y en cuyo interior los tubos suspiran a espasmos borborigmos metálicos.
Los periquitos enfermaban de peste y amanecían rígidos, difuntos, con la lengua
tiesa, en la jaula, las flores olían a capilla ardiente, a vestiduras negras, a
goteos de cera, a rezos, como corolas de cajón que proliferasen en los
arriates, la pintura de la fachada se inflamaba con un mal de piel sin remedio,
los astiles de los canalones se oxidaban, el reloj de la iglesias, desorientado
y sordo, badajaba horas sin nexo.
En la RAE:
borborigmo.
(Del gr. βορβορυγμός).
1. m. Ruido de tripas producido por el movimiento de los
gases en la cavidad intestinal. U. m. en pl.
astil.
(Del lat. hastīle).
1. m. Mango, ordinariamente de madera, que tienen las
hachas, azadas, picos y otros instrumentos semejantes.
2. m. Palillo o varilla de la saeta.
3. m. Barra horizontal, de cuyos extremos penden los
platillos de la balanza.
4. m. Vara de hierro por donde corre el pilón de la romana.
5. m. En las aves, eje córneo que continúa el cañón y del
cual salen las barbas de la pluma.
6. m. ant. Pie para sostener algo.
badajear.
(De badajo).
1. intr. coloq. Hablar mucho y neciamente.
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