Y los locos del Miguel Bombarda, cubiertos de
condecoraciones, que se pasean por los arriates y piden cigarrillos en los
semáforos, locos y vagabundos envueltos en periódicos contra la borrina de la
aurora, sin contar al amigo escritor y a mí que observamos esto, cada cual con
su refresco y su platito de altramuces, en un restaurante junto a la Facultad
de Medicina, edificio de columnas que imagino poblado de cadáveres abiertos por
estudiantes con bata.
En la RAE:
borrina.
(Del lat. borra, borĕas, norte, con la t. de calina).
1. f. Ast. y León. Niebla densa y húmeda.
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