Se le ocurrió que tal vez habrían emigrado hacia el bosque
al final de la Avenida Gräo Vasco, para criar a los hijos en las tejas del
colegio abandonado, sin portón, donde un tonelero de delantal martillaba en
medio de un desorden de basura, doblado ante unas chapas abolladas con un
aprendiz que sujetaba el soplete, o más lejos aún, en la Amadora, donde
caserones dispersos, habitados por cáfilas de gitanos, abrían los balcones y
las ventanas en pedazos hacia calles que los ignoraban.
En la RAE:
cáfila.
(Del ár. qāfilah).
1. f. coloq. Conjunto o multitud de gentes, animales o
cosas, especialmente las que están en movimiento y van unas tras otras.
La rueda del molino había desistido de girar en busca del
viento, las higueras, sin luz, exhibían los cartílagos de las raíces, los
agapantos zumbaban de fiebre en la tierra de los arriates, los palomos, sin
horizontes de olmos, perdían la noción del rumbo a las alturas de Monsanto, mi
padre, acuclillado en la boca de riego, con una botella entre las rodillas,
asistía, perplejo, al estertor de brote y nabizas.
En la RAE:
agapanto.
(Del lat. cient. Agapanthus, y este del gr. ἀγάπη, amor, y ἄνθος,
flor).
1. m. Am. Planta ornamental originaria de Sudáfrica,
perteneciente a la familia de las Liliáceas, de hasta un metro de altura y
flores azules o blancas.
arriate.
(Del ár. hisp. arriyáḍ, y este del ár. clás. riyāḍ, pl. de rawḍ,
huerto).
1. m. Era estrecha y dispuesta para tener plantas de adorno
junto a las paredes de los jardines y patios.
2. m. Calzada, camino o paso.
nabiza.
1. f. Hoja tierna del nabo, cuando empieza a crecer. U. m.
en pl. Caldo, ensalada de nabizas.
2. f. Raicillas tiernas de la naba.
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