Estaba tranquila y viva y era aún joven, era ella misma y su
cuerpo en plena salud disfrutaba con todas sus fibras del indulgente calor de
la madrugada las móviles ventanas de su
nariz aspiraban agradecidas los olores dulzones provenientes del mar que ella
no podía ver, pero cuyo rumor oía justo en la parte baja del bulevar, lo
percibía como un desencadenamiento de luminosidad glauca en el día matinal,
como un reflejo broncíneo sobre el azul tenue del cielo.
Tres
mujeres fuertes, Marie NDiaye
Un ejemplo devastador de aparente grandielocuencia propia de un púber.
Apunto otra escritora. De la wiki: Elsa Morante (Roma, 18 de
agosto de 1912 -
Roma, 25
de noviembre de 1985)
fue una escritora italiana,
una de las más importantes de la segunda mitad del siglo XX.
Elsa Morante, casada con Alberto Moravia, amiga de grandes
escritores y artistas, tuvo una vida marcada por experiencias dolorosas e
intensas; siendo ya una escritora conocida y respetada, se separó de Moravia,
vio morir a uno de sus más queridos amigos, enfermó, siguió escribiendo;
intentó quitarse la vida y finalmente, en 1985, murió de un infarto, tras un
largo y penoso internamiento en hospitales. Era guapa, tenía una sonrisa entre
tímida e irónica, un rostro juvenil. Vivió siempre rodeada de animales. No tuvo
hijos. De las muchas, e importantes relaciones que mantuvo, fue muy especial su
contacto y amistad con las hermanas Zambrano, María y Araceli, que conoció
durante el periodo en que éstas vivieron en Roma. Araceli prestó su nombre y
una parte de su vida, para su última novela, inspirada en la amiga, ambientada
en España. Con María compartió algo tal vez más importante: el fondo
espiritual, el entramado ético que sustenta la obra de ambas.
Es difícil resumir los muchos personajes y los muchos
sentimientos que Morante refleja en sus libros, centrados en una intensa
reflexión moral, en la búsqueda del origen del dolor, de la semilla del llanto,
como se dice en Araceli. En ellos encuentran una voz todos los actores
secundarios del mundo, los seres invisibles, anónimos que la escritora
transforma en los simbólicos protagonistas de sus libros: los niños, los
animales, la mujer, los más expuestos a ser solo partes insignificantes del devenir
de la otra Historia, cruel, inhumana., obscena, como le gustaba repetir. La
mirada de la Morante, y su palabra, tratan de generar alguna forma de justicia,
aunque solo literaria y estética, y de rescatar y dar valor a todas esas vidas
desenfocadas y omitidas, minúsculas y plurales.
Pasajes inolvidables que recuerdan por qué Elsa Morante es
de una de las escritoras italianas más importantes del siglo XX.
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