jueves, 19 de julio de 2012

Morris and Co


¿Cree que era un utopista? –preguntó al cabo-. ¿Un completo irrealista?

En cierto sentido sí, sin lugar a dudas. Quería suprimir la escuela, pensando que los niños aprenderían mejor en un ambiente de total libertad; quería suprimir las cárceles, pensando que los remordimientos serían un castigo suficiente para el criminal. Es difícil leer todas estas absurdidades sin una mezcla de compasión y de desaliento. Y sin embargo, sin embargo…. –Houellebecq vaciló, buscó palabras-. Sin embargo, paradójicamente, tuvo cierto éxito en el aspecto práctico. Para poner en práctica sus ideas sobre el retorno a la producción artesanal, creó muy pronto una empresa de decoración y mobiliario: los obreros trabajaban en ella mucho menos que en las fábricas de aquel tiempo, que es verdad que eran más o menos presidios, pero sobre todo trabajaban libremente, cada uno era responsable de su tarea de cabo a rabo, el principio esencial de Morris era que la concepción y la ejecución nunca debían separarse, no más de lo que lo estaban en la Edad Media. Según todos los testimonios, las condiciones de trabajo eran idílicas: talleres luminosos, aireados, a la orilla de un río. Todos los beneficios se repartían entre los trabajadores, salvo una pequeña parte que servía para financiar la propaganda socialista. Pues bien, contra todo pronóstico, el éxito fue inmediato, incluido en el sector comercial. Después de la carpintería se interesaron por la joyería, la talabartería, luego las vidrieras, los tejidos, las tapicerías de muebles, siempre con el mismo éxito: la sociedad Morris & Co. Generó ganancias constantemente, desde el principio hasta el fin de su existencia. Lo que no consiguió ninguna de las cooperativas obreras que se multiplicaron a lo largo del siglo XIX; ya fueran los falansterios de Fourier o la comunidad icariana de Cabet, ninguna consiguió organizar una producción eficaz de bienes y mercancías, exceptuando a la sociedad fundada por William Morris sólo se puede hablar de una sucesión de  fracasos. Sin hablar siquiera de las posteriores sociedades comunistas…

Pg. 234-235 “El mapa y el territorio” Michel Houellebecq

 

WILLIAM MORRIS -  biografiasyvidas y wikipedia:

Walthamstow, Londres, 1834 - Londres, 1896) Escritor, reformador social, diseñador y artista inglés que a través de su obra literaria, teórica y artística intentó la renovación de la cultura recuperando el espíritu de las artes y oficios medievales. Como diseñador y artesano, su obra ejercería gran influencia en el diseño de libros, en el arte de la impresión, en las artes visuales y en el diseño industrial del siglo XIX. Su ideario social, de signo utopista, quedó recogido en escritos teóricos y en novelas como Noticias de ninguna parte (1890)…

… En Oxford conoció al pintor prerrafaelista E. Burne-Jones, cuya romántica religiosidad había de producir en él crisis místicas, pronto dominadas por la reflexión y por su amor a la vida. Su pensamiento quedó definido de 1853 a 1855. La fuerte influencia producida sobre él por la predicación de J. Ruskin, y su descubrimiento del gótico en las catedrales de Francia e Inglaterra lo orientaron hacia un "retorno al gótico", basado en razones sociales de carácter libertario, y por ello laico. Fue ésta la más original característica de su ideología, que, en el terreno político, desembocó en su adhesión al Manifiesto de Marx.

 

Morris estuvo estrechamente vinculado a la Hermandad Prerrafaelita, movimiento que rechazaba la producción industrial en las artes decorativas y la arquitectura, y propugnaba un retorno a la artesanía medieval, considerando que los artesanos merecían el rango de artistas.

Tras culminar sus estudios, comenzó a trabajar en 1856 en la firma de arquitectura de G.E. Street. Con Webb construyó la Red House, que fue su regalo de boda para Jane Burden. En los años siguientes (1857-62) se convirtió en pintor profesional. Con su experiencia en arte y arquitectura fundó, en 1861, junto con Dante Gabriel Rossetti, Burne-Jones, Madox Brown y Philip Webb, Morris, Marshall, Faulkner & Co., una empresa de arquitectura y diseño industrial que él personalmente financiaba. Mediante esta empresa, Morris creó un "revival" cultural en la Inglaterra victoriana que se basaba en las artes y los oficios de la época medieval como paradigma de la primacía del ser humano sobre la máquina y a la vez de un trabajo hecho atendiendo a las más altas cotas de expresión artística.

Este movimiento atrajo a gente de todo el mundo y en 1875 la compañía pasa a llamarse Morris and Co., con Morris como único propietario. Durante gran parte de su vida, Morris se preocupó intensamente en preservar las artes y oficios medievales abominando de las modernas formas de producción en masa. En 1883 fundó la Federación Socialdemócrata y más tarde organizó la Liga Socialista.


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