¿Cree que era
un utopista? –preguntó al cabo-. ¿Un completo irrealista?
En cierto
sentido sí, sin lugar a dudas. Quería suprimir la escuela, pensando que los
niños aprenderían mejor en un ambiente de total libertad; quería suprimir las
cárceles, pensando que los remordimientos serían un castigo suficiente para el
criminal. Es difícil leer todas estas absurdidades sin una mezcla de compasión
y de desaliento. Y sin embargo, sin embargo…. –Houellebecq vaciló, buscó
palabras-. Sin embargo, paradójicamente, tuvo cierto éxito en el aspecto
práctico. Para poner en práctica sus ideas sobre el retorno a la producción
artesanal, creó muy pronto una empresa de decoración y mobiliario: los obreros
trabajaban en ella mucho menos que en las fábricas de aquel tiempo, que es
verdad que eran más o menos presidios, pero sobre todo trabajaban libremente,
cada uno era responsable de su tarea de cabo a rabo, el principio esencial de
Morris era que la concepción y la ejecución nunca debían separarse, no más de
lo que lo estaban en la Edad Media. Según todos los testimonios, las
condiciones de trabajo eran idílicas: talleres luminosos, aireados, a la orilla
de un río. Todos los beneficios se repartían entre los trabajadores, salvo una
pequeña parte que servía para financiar la propaganda socialista. Pues bien,
contra todo pronóstico, el éxito fue inmediato, incluido en el sector
comercial. Después de la carpintería se interesaron por la joyería, la talabartería,
luego las vidrieras, los tejidos, las tapicerías de muebles, siempre con el
mismo éxito: la sociedad Morris & Co. Generó ganancias constantemente,
desde el principio hasta el fin de su existencia. Lo que no consiguió ninguna
de las cooperativas obreras que se multiplicaron a lo largo del siglo XIX; ya
fueran los falansterios de Fourier o la comunidad icariana de Cabet, ninguna
consiguió organizar una producción eficaz de bienes y mercancías, exceptuando a
la sociedad fundada por William Morris sólo se puede hablar de una sucesión
de fracasos. Sin hablar siquiera de las
posteriores sociedades comunistas…
Pg. 234-235
“El mapa y el territorio” Michel Houellebecq
WILLIAM
MORRIS - biografiasyvidas y wikipedia:
Walthamstow,
Londres, 1834 - Londres, 1896) Escritor, reformador social, diseñador y artista
inglés que a través de su obra literaria, teórica y artística intentó la
renovación de la cultura recuperando el espíritu de las artes y oficios
medievales. Como diseñador y artesano, su obra ejercería gran influencia en el
diseño de libros, en el arte de la impresión, en las artes visuales y en el
diseño industrial del siglo XIX. Su ideario social, de signo utopista, quedó
recogido en escritos teóricos y en novelas como Noticias de ninguna parte
(1890)…
… En Oxford
conoció al pintor prerrafaelista E. Burne-Jones, cuya romántica religiosidad
había de producir en él crisis místicas, pronto dominadas por la reflexión y
por su amor a la vida. Su pensamiento quedó definido de 1853 a 1855. La fuerte
influencia producida sobre él por la predicación de J. Ruskin, y su
descubrimiento del gótico en las catedrales de Francia e Inglaterra lo
orientaron hacia un "retorno al gótico", basado en razones sociales
de carácter libertario, y por ello laico. Fue ésta la más original
característica de su ideología, que, en el terreno político, desembocó en su
adhesión al Manifiesto de Marx.
Morris estuvo
estrechamente vinculado a la Hermandad Prerrafaelita, movimiento que rechazaba
la producción industrial en las artes decorativas y la arquitectura, y
propugnaba un retorno a la artesanía medieval, considerando que los artesanos
merecían el rango de artistas.
Tras culminar
sus estudios, comenzó a trabajar en 1856 en la firma de arquitectura de G.E. Street. Con Webb
construyó la Red
House, que fue su regalo de boda para Jane Burden. En los años siguientes
(1857-62) se convirtió en pintor profesional. Con su experiencia en arte y
arquitectura fundó, en 1861,
junto con Dante Gabriel Rossetti, Burne-Jones, Madox Brown y Philip Webb, Morris,
Marshall, Faulkner & Co., una empresa de arquitectura y diseño industrial
que él personalmente financiaba. Mediante esta empresa, Morris creó un
"revival" cultural en la Inglaterra victoriana que se basaba en las
artes y los oficios de la época medieval como paradigma de la primacía del ser
humano sobre la máquina y a la vez de un trabajo hecho atendiendo a las más
altas cotas de expresión artística.
Este
movimiento atrajo a gente de todo el mundo y en 1875 la compañía pasa a
llamarse Morris and Co., con Morris como único propietario. Durante gran parte
de su vida, Morris se preocupó intensamente en preservar las artes y oficios
medievales abominando de las modernas formas de producción en masa. En 1883 fundó la
Federación Socialdemócrata y más tarde organizó la Liga Socialista.
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