domingo, 27 de enero de 2013

promesa de un teorema cinefilo-cosmogónico

Copio y pego del blog de parturientmontes.blogspot.com
India, de Roberto Rossellini
JLG

A la espera de un estudio más detallado, algunas palabras para salir del paso: India es un film de un técnico del cine, el único film de técnico presentado en Cannes, junto con Hiroshima mon amour. Los otros, Nazarín y Los cuatrocientos golpes, eran films de aventureros del celuloide. India es lo contrario de Orfeu Negro, en el sentido de que el film de Rossellini sería hermoso aun cuando hubiera sido rodado en Joinville. Pero eso no tiene importancia porque, tal como dice cierto libro sapiencial: "La verdad está en todo, incluso, parcialmente, en el error." Ese 'parcialmente' me parece sublime; lo explica todo. Explica que el campo con el tigre sea un 16mm expandido, y que el contracampo con el viejo esté en 35mm. India va a contrapelo de todo el cine habitual: la imagen es apenas el complemento de la idea que la provoca. India es un film de una lógica absoluta, más socrático que Sócrates. Cada imagen es bella, pero no porque sea bella en sí, como un plano cualquiera de Que viva México, sino porque ella es el esplendor de lo verdadero, y porque Rossellini parte de la verdad. Allí donde los otros llegarán -si es que llegan- dentro de veinte años, el ya no está, ha partido. India engloba al cine mundial tal como las teorías de Riemann y Planck a la geometría y la física clásicas. En un próximo número probaré por qué India es, por sí sola, la creación de un mundo.
Publicado en Cahiers du Cinéma nº 96, junio 1959

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