Por fin, cansados los ojos, cerraba sus párpados, y veía en
las tinieblas retorcerse al viento farolas de gas con estribos de calesas, que
se desplegaban con gran estruendo ante el peristilo de los teatros
En la RAE:
peristilo.
(Del lat. peristȳlum, y este del gr. περίστυλος).
1. m. Galería de columnas que rodea un edificio o parte de
él.
2. m. En la Antigüedad, lugar o sitio rodeado de columnas
por la parte interior, como los atrios.
Terminada su tarea, no volvía en todo el día, pues Charles
al volver a casa, metía él mismo su caballo en la cuadra, quitaba la silla y
pasaba el ronzal…
En la RAE:
ronzal1.
(Del ár. hisp. rasan, este del ár. clás. rasan, y este del
pelvi rasan, cuerda).
1. m. Cuerda que se ata al pescuezo o a la cabeza de las
caballerías para sujetarlas o para conducirlas caminando.
(De ronzar).
1. m. Mar. Cabo que sirve para cargar los puños de las velas
mayores.
Enma a veces le ajustaba en su chaleco el ribete rojo de sus
camisetas…
En la RAE:
ribete.
(Del fr. rivet, y este del lat. ripa).
1. m. Cinta o cosa análoga con que se guarnece y refuerza la
orilla del vestido, calzado, etc.
2. m. Añadidura, aumento, acrecentamiento.
3. m. Entre jugadores, interés que pacta el que presta a
otro una cantidad de dinero en la casa de juego para que continúe en él, y se
debe pagar fuera de la suerte principal.
4. m. En la conversación, adorno que se añade a algún caso,
refiriéndolo con alguna circunstancia de reflexión o de gracia.
No se oían los pájaros, todo parecía dormir, la espaldera
cubierta de paja y la parra como una gran serpiente enferma bajo la albardilla
de la pared, donde acercándose se veían arrastrarse cochinillas de numerosas
patas.
En la RAE:
espaldera.
2. f. Pared con que se resguardan y protegen las plantas
arrimadas a ella.
3. f. pl. Barras de madera fijas a una pared a distintas
alturas para realizar ejercicios gimnásticos.
1. loc. adv. Dicho de podar y
guiar un árbol: De manera que extienda sus ramas al abrigo de una pared.
En la red:
Parresía
De Wikipedia, la enciclopedia libre
En la retórica clásica, la parresía era una manera de «hablar
cándidamente o de excusarse por hablar así».[1] El
término está tomado del griego παρρησία (παν = todo + ρησις / ρημα = locución
/ discurso) que significa literalmente «decirlo todo» y, por extensión, «hablar
libremente», «hablar atrevidamente» o «atrevimiento». Implica no sólo la libertad de expresión sino la obligación de
hablar con la verdad
para el bien común, incluso frente al peligro individual.
Michel Foucault desarrolló el concepto de parresía
(frecuentemente traducido al español
como parrhesia) como manera de discurso en el cual uno habla abierta y
sinceramente acerca de sí mismo o las propias opiniones sin recurrir a la
retórica, la manipulación o la generalización
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